¿Es el coaching una disciplina con identidad propia?

Ese es precisamente uno de los principios de la humanología. Los seres humanos somos todos diferentes en nuestra similitud y aprendemos de maneras diferentes. Los hay que nunca aprenderán a montar en bicicleta por miedos o creencias si no se les ofrece antes una explicación teórica y los hay que se verán bloqueados por esa misma información. La humanología incorpora el coaching como herramienta dentro de su caja de herramientas pero defiende que, una vez más, no es LA única herramienta, sino una de ellas.
Es como pretender que las personas aprendan a conducir un automóvil sin enseñanza, sobre todo si tiene caja de marchas. ¿Se puede conseguir? Muchos pueden. Pero también los hay que nunca lo conseguirán sin la guía del profesor.
Aún estando de acuerdo con el Sr Ravier en su explicación de qué es el coaching y su diferenciación y aclaración, considero que resulta importante resaltar que el coaching resulta útil y adecuado en ciertos casos y para ciertas personas y circunstancias.
En la humanología abordamos al ser humano desde diferentes direcciones, y el coaching es una más. Los hay que necesitan mentores, los hay que necesitan profesores y los hay que necesitan coaches. O incluso los hay que necesitan coaching ahora, mentoring mañana y enseñanzas directivas en una semana, para volver después a un descubrimiento no directivo… el ser humano no es encasillable y sí flexible. Y todo abordaje del ser humano debe serlo también.