10 minutos de lectura aprox.
“Quiero ganar más dinero…”; “quiero cambiar de ambiente…”; “necesito más actividad en mi vida…”
Coach: “¿y qué pasaría si lo consigues?”
Ante esta pregunta, hay clientes que se quedan bloqueados/sorprendidos, principalmente, porque no estamos acostumbrados a que nos la hagan. Por norma general, pensamos por defecto en términos negativos, para estar preparados, y así poder sobrellevar un potencial “batacazo”, pero no para afrontar las consecuencias que vendrán si conseguimos eso que nos hemos propuesto. Porque sí, conseguir lo que nos hemos propuesto, siempre trae cambios, con sus consecuencias.
Conseguir eso que nos proponemos o, la llegada del “éxito” a nuestra vida sin haberlo reflexionado mínimamente antes, puede en ocasiones, tener el mismo efecto que un gran meteorito impactando en el planeta tierra: una fuerte colisión, que ponga patas arriba todas y cada una de las áreas de nuestra vida.
De hecho, existen números casos de personas que han sido tocadas por la suerte, por ejemplo, con una lotería millonaria, y que, en un breve espacio de tiempo, han quedado en peores condiciones que antes de que les tocara, (comentan que más del 80%), es decir totalmente arruinados en ocasiones hasta desahuciados, o con dinero, pero, rechazados por la familia, porque no han recibido la suculenta ración de tarta que esperaban.
Voy a poner un ejemplo de lo que yo llamo “éxito incoherente”.
Una persona muy proactiva que por su cuenta, se propone la meta de mejorar sus ingresos. Un objetivo muy noble, aunque incompleto por falta de precisión y exploración de beneficios y costes.
Se plantea llevar a cabo un cambio de trabajo, en el que sus ingresos sean superiores a los ingresos actuales, para así poder disfrutar más con sus seres queridos: viajar más, poder tener más detalles, poder ir a mejores restaurantes, etc. Todo con la mejor de las intenciones, de hecho, todo es para compartir.
Se propone buscar nuevos contactos, y retomar a algunos ya olvidados, para que le puedan acercar a ese objetivo que se había propuesto.
Su motivación es muy alta, y la combina con un nivel de perseverancia importante, y con sus conocimientos y destrezas. Todo esto combinado, hace que consiga lo que se ha propuesto, es decir, consigue tener éxito, encuentra un empleo con un mejor salario.
Todos sabemos que, para conseguir algo en esta vida, (a no ser que hayamos nacido en buena cuna), por lo menos, necesitamos combinar:
- Un buen nivel de motivación, es decir, eso que hace que nos movamos porque el objetivo es atractivo para nosotros, y que, a parte, consideramos que nos va a aportar algo, lo suficientemente positivo, como para sentir que está equilibrado con el esfuerzo que vamos a realizar.
- La perseverancia, es decir, el continuar probando después de cada intento fallido, haciendo cambios de mejora, aunque las cosas no nos salgan bien durante un número razonable de intentos. Con un número razonable de intentos, me refiero a no dejarnos la vida en la consecución del sueño, y acabar no consiguiéndolo. Suena romántico, pero roza lo incoherente. Deberíamos recordar que los sueños no hacen daño, solo dan trabajo.
- Una serie de conocimientos y destrezas adecuados, para poder aplicarlas si nos hicieran falta. Si no los tenemos, por lo menos, debemos conocer a alguien que tenga esos conocimientos y destrezas, y las ponga a nuestro servicio en un momento dado.
El caso es que el éxito llegó, pero las condiciones eran las siguientes: debía viajar el 70% del tiempo, es decir, estar fuera de casa el 70% del tiempo, modificando todos y cada uno de sus hábitos de vida durante ese espacio de tiempo que estaría fuera de casa.
- Consecuencias positivas a medio plazo: empieza a viajar con su familia a sitios donde antes no había podido ir antes, realiza obras en el hogar, puede tener más detalles con la familia, se compra un automóvil nuevo, etc.
- Consecuencias negativas a corto plazo: pasa menos tiempo con una familia que, no está acostumbrada a que esté tan ausente; también pasa menos tiempo con sus amistades, y tiene menos tiempo para él.
Consecuencias: la distancia crea un enfriamiento en sus relaciones personales, tanto con sus seres más allegados, como con sus amistades, creando una rotura irrecuperable con algunos, y recuperable con otros.
¿Qué pasaría si tuvieras éxito?; ¿de qué forma puede afectar este éxito a las distintas áreas de tu vida?; ¿cuáles de esas áreas no estás dispuesto a sacrificar?; si no estás dispuesto a sacrificar estas áreas que comentas, ¿qué quieres hacer entonces?; ¿Quieres continuar…sí?, bien, a por ello…; ¿no?, bien, ¿qué cambios quieres hacer?…
Un fracaso, puede generar un efecto colateral positivo, en alguna de las áreas en las que no habíamos pensado que podría afectar el éxito, es decir, no contamos con ella en su momento a la hora de proponernos el cambio, y ahora, nos está aportando algo positivo de forma inesperada, y de la misma manera, tener éxito en algo, puede generar un efecto colateral negativo, en alguna de las áreas olvidadas que, ahora, pasa a ser muy protagonista.
Un ejemplo de éxito incoherente, sería el del ejemplo: “he conseguido mejorar mi salario con la intención de disfrutar más con mis seres queridos, sin embargo, el conseguir ese salario, me ha separado de mis seres queridos”
Si lo que realmente querías era disfrutar más con tus seres queridos, ahora que has pasado por esta experiencia ¿cuál crees que sería el objetivo ahora?
Tener una buena caja de herramientas o, tener la capacidad de conseguirlas, no basta, sobretodo, si estas herramientas no van acompañadas de una reflexión enfocada y no directiva, hacia lo que realmente necesitamos.
