Los diferentes estilos de Coaching tienen que ver con sus orígenes
En este artículo me voy a referir muy brevemente –y admito que superficialmente— al origen de dos estilos de Coaching ampliamente difundidos en la actualidad en todo el mundo: el Coaching No Directivo (también llamado Coaching Humanista, y Coaching Europeo) y el Coaching Ontológico (también conocido como Coaching Sudamericano, y Coaching Chileno). No obstante, este esquemático resumen que ofrezco a los lectores está sustentado en largos estudios sobre la materia desde hace alrededor de 30 años, cuando investigaba en EE.UU. para obtener mi doctorado en Filosofía.
El Coaching Europeo o No-Directivo se origina en el ámbito deportivo, en tanto que el origen del Coaching Ontológico se encuentra en el campo social de la política y la economía. El primero, tiene como precursor al profesor norteamericano de tenis Tim Gallwey, y el segundo al ex ministro de Economía y de Hacienda de Chile durante el gobierno de Salvador Allende, Fernando Flores.
ORÍGENES DEL COACHING NO DIRECTIVO
En 1972, Tim Gallwey escribió El Juego Interior del Tenis, libro en el que plantea que el buen desempeño en el juego del tenis tiene un aspecto mental, que es tan importante como los aspectos físico y técnico del jugador. Este origen vinculado a la psicología del deporte le ha dado al Coaching Europeo un tinte claramente más psicológico que el del Coaching Ontológico, que es más filosófico. El Juego Interior nos ayuda a ver que a veces el que nos derrota está dentro de nosotros, que somos nuestro peor enemigo: nuestros obstáculos para el éxito están constituidos por nuestros miedos, nuestras dudas, nuestra falta de seguridad y confianza en nosotros mismos, nuestros diálogos internos, entre otros aspectos mentales o psíquicos. Así, el primer postulado del Juego Interior es que la clave para mejorar el desempeño en cualquier cosa que hagamos reside en mejorar la relación entre “el yo Nº 1” y “el yo Nº 2”, es decir, manejar adecuadamente los diálogos internos que tenemos en nuestra propia mente.
El gran descubrimiento de Gallwey, mientras enseñaba tenis a un tal Jack, es que no le dio ninguna instrucción verbal acerca del modo de golpear la pelota, sólo le indicó que se mirara en un espejo mientras practicaba los golpes. Al verse a sí mismo, el aprendiz mejoró notablemente sus golpes de revés, lo que no había logrado con todas las instrucciones verbales que otros profesores de tenis le habían dado. Así nacía rudimentariamente la técnica de “espejar” y el “Coaching no directivo”.
Faltaría que Graham Alexander llevara la técnica del Juego Interior a Europa en 1979 y la aplicara a las empresas y grandes compañías comerciales. Alexander creó el modelo GROW, que hoy es estándar en el Coaching No Directivo (CND), y lo incluyó en la técnica del Juego Interior. Luego Sir John Whitmore se encargaría de popularizar y difundir el Coaching No Directivo mediante su libro Coaching: el Método para Mejorar el Rendimiento de las Personas. Sería el argentino radicado en España, Leonardo Ravier, quien habiendo trabajado con Gallwey y Whitmore propagaría el CND en el mundo hasta el día de hoy, y llevaría adelante detalladas investigaciones sobre la historia, el método y el arte del Coaching.
ORÍGENES DEL COACHING ONTOLÓGICO
Ese mismo año 1972 cuando Tim Gallwey publicaba El Juego Interior del Tenis, Fernando Flores Labra era ministro de Economía y de Hacienda del gobierno Socialista de Salvador Allende en Chile. Uno de los desafíos del gobierno de Allende era transformar el pensamiento y la cultura de los chilenos (la necesidad de “concientización”) que eran proclives al capitalismo norteamericano. En esos años Flores impulsó el proyecto nacional chileno llamado “Cybersyn”, destinado a aplicar la cibernética a la gestión de las redes industriales chilenas, uno de los primeros intentos de coordinar acciones usando el lenguaje computacional en la gestión. Eran los años en que los computadores (ordenadores) eran llamados “cerebros electrónicos”, y Fernando Flores –ingeniero civil industrial— ensayaba sus primeros pasos en la programación cerebral por medio del lenguaje.
El objetivo de Flores y del gobierno de Allende era transformar la cultura y la manera de pensar de los chilenos, para llevar adelante una verdadera revolución ideológica, económica y social. En esos años yo vivía en Chile y terminaba mis estudios secundarios.
Así se gestaba la esencia del Coaching Ontológico: la transformación de las personas (su “desplazamiento ontológico”), la transformación de su “ser” profundo (Ontos = Ser) mediante la coordinación de acciones, el manejo del lenguaje y los medios de comunicación. Esta transformación, claro está, no dejaba libertad a las personas para elegir su ideología sino que debían convencerse de las bondades del socialismo (concientización). En los orígenes del Coaching Ontológico está la acción coercitiva del coach, que dirige al aprendiz hacia la transformación que al coach le parece conveniente y beneficiosa para aquél.
El gobierno de Allende terminaría con un golpe de Estado en septiembre de 1973, y Fernando Flores sería detenido político durante tres años en una remota isla despoblada en la Patagonia chilena y en otros lugares del país. Al ser liberado en 1976, emigró a Palo Alto, California, y pronto obtuvo un doctorado en Lenguaje de la Universidad de Berkeley, gracias a los estudios que hizo durante los años de su cautiverio político en Chile. De esa manera, el Coaching ontológico llegaría a enfatizar la importancia de los “actos lingüísticos” y de las competencias conversacionales para la coordinación de acciones. Allí en EE.UU., Flores se relacionó con Werner Erhard y su E.S.T. (Erhard Seminar Training) y con las técnicas de “aprendizaje transformacional” de Edgar Schein, que según Rafael Echeverría se derivan del “lavado de cerebro” realizado en los campos de concentración de coreanos y chinos. De hecho, Echeverría lamenta su propia actuación en lo que denomina “Los orígenes oscuros de la práctica del Coaching ontológico” (Ética y Coaching Ontológico, Granica: 2011,2013, págs. 83-85). Reconoce que aún persisten las prácticas de Coaching coercitivo en los coaches formados en esos años iniciales y que, a su vez, han formado a otros coaches.
Rafael Echeverría, también chileno, es el principal sistematizador de la filosofía de la Ontología del Lenguaje, de la cual se desprende la práctica del Coaching Ontológico, y sus libros constituyen en algunos casos el 80% de la bibliografía de las Escuelas de Coaching Ontológico durante el primer año de la formación.
En Argentina, la periodista Viviana Gorbato se sometió en los años ’90 a un entrenamiento de la “Escuela de Vida” de Elena Espinal –discípula de Fernando Flores— en la que fue testigo de la rigurosidad irrespetuosa y las manipulaciones psíquicas de la coach, las que describe detalladamente en su libro La Argentina Embrujada (Atlántida:1996), cap 2: “Escuela de Vida: el show de las emociones”.
Rafael Echeverría dice, en Ética y Coaching Ontológico: “Personalmente me inicié en una escuela que invocaba el Coaching ontológico y que . . . recurría permanentemente a la falta de respeto, al maltrato, al abuso de la dignidad del coachee [cliente o aprendiz]. Se realizaba un tipo de Coaching ontológico que se afirmaba en la arrogancia del coach” (pág. 83). Junto con lamentar esos orígenes oscuros, y su propia creación de la “irreverencia gentil”, Echeverría declara autocríticamente su actual condena hacia esos métodos, y confiesa la dificultad que implica abandonar paulatinamente ese estilo.
RESUMEN:
De esta manera, en la década de los ’70 nacen dos estilos bien diferentes de Coaching, aparentemente sin contacto entre ellos: El Coaching europeo con su método no directivo, respetuoso de la auto determinación de las personas y enfocado en mejorar su desempeño, y el Coaching Ontológico con su método coercitivo y orientado a la transformación del ser de las personas.
Nos queda a los coaches profesionales elegir el estilo de Coaching que consideremos más adecuado para ayudar a las personas a lograr sus metas y resolver sus dificultades. ¿Será posible una integración entre la no-directividad del Coaching europeo y las competencias lingüísticas enseñadas por la Ontología del Lenguaje?
Historia del Coaching Ontológico y Coaching No Directivo
Esbozar un esquema sintético de los orígenes de ambos tipos de coaching
8 minutos
Foto "Coaching ontológico y Coaching No Directivo" (CC BY-SA 4.0)
ESPINOSA, E., "Los diferentes estilos de Coaching tienen que ver con sus orígenes" [en línea], International Non Directive Coaching Society, 2015. [fecha de consulta DÍA de MES de AÑO]. Disponible en http://www.internationalcoachingsociety.com/los-diferentes-estilos-de-coaching-tienen-que-ver-con-sus-origenes
Simplemente, fenomenal este resumen , que nos ubica en el resumen de los orígenes del coaching ontológico y el no directivo
Definitivamente , el no directivo implica respeto a la libertad de los seres humanos y a encontrar dentro de si mismisos los objetivos y métodos para llegar a donde quiera llegar acompañado, hasta donde decida por un couch. Con esto tengo herramientas a manera de fundamentos de que es y que origen tiene el coaching
Gracias por el resumen lo compartiré en nuestra red.
Muy desafortunada y pobre la presentación que hace sobre los orígenes del coaching ontologica. Me quedo con la pregunta: había algún interés en favorecer a una escuela en particular? Es que la presentación de una con respecto se muestra, a mi juicio, sesgada.
Estimada Malena Arteaga: Me limito a citar autores, entre ellos a Rafael Echeverría, que se ha atrevido a hacer una autocrítica con el fin de mejorar el desempeño de los coaches Ontológicos, entre los que me cuento. Atte. Enrique Espinosa Cifuentes
Gracias por el escrito
Muchas gracias Enrique por la claridad del artículo y las fuentes citadas, me ha sido muy útil para aclarar los orígenes del coaching ontológico…realmente me preocupa cómo se ha expandido en la actualidad. Y a la vez no encuentro en internet demasiada información sobre Gabriel Nossavitch y otras personas que han estado vinculadas a Argentina Works, Mexworks, etc.,