¿Por qué el coaching no directivo?
Experiencia
Describir brevemente la esencia del coaching
40 segundos
Originalmente publicado en: deParra Personal Development (www.deparra.com)
Foto (CC BY-SA 4.0): "Freedom Alone" de Martin Burns.
dePARRA. J., "¿Por qué el coaching no directivo?" [en línea], International Non Directive Coaching Society, 2015 [fecha de consulta DÍA de MES de AÑO]. Disponible en http://www.internationalcoachingsociety.com/por-que-el-coaching-no-directivo/
El coaching no directivo es el coaching puro, la esencia en si misma del diálogo entre dos personas que se asocian para conseguir un objetivo. Donde la libertad genera responsabilidad y elegir implica opciones y posibilidades; el camino donde pensar de manera creativa y diferente aporta una respuesta única que emana del propio individuo; un lugar genuino e irrepetible, un estar presente, una pregunta curiosa, una escucha intensa, una observación agradable acompañada de un suave baile donde el compromiso culmina en acción.
¿El coaching no directivo lo elegí yo o me eligió él a mí?
La no directividad la considero como una actitud, una actitud de libertad y responsabilidad. Un espacio donde pensar de forma creativa, el camino que cada uno elegimos; protagonistas o víctimas.
Descubrí mi felicidad cuando supe qué me gustaba en la vida: lo recuerdo como si fuera ayer… estaba en clase de organización de empresas en la universidad, cuando de repente sin saber por qué, descubrí un fuerte interés por las organizaciones y la forma o estilo de gestión de personas, así cómo los líderes guiaban. Fue en ese mismo instante cuando descubrí que me dedicaría a la empresa y a la organización de personas.
Después de ese momento, mi acumulación de fracasos escolares y universitarios pasaría a ser una simple anécdota en mi vida. Confiaba en que iba a salir bien, tomé las riendas de mi vida y me puse manos a la obra.
En muchas ocasiones a lo largo de nuestras vidas, padres, maestros, jefes,… nos dicen qué debemos, o no, hacer. Llega un momento donde uno es responsable de su destino y descubre por sí mismo cual es el camino que debe tomar para alcanzar aquello que desea.
La actitud no directiva: nadie conoce más a una persona que ella misma, tanto como para decirle lo que le conviene o le interesa, lo que debe o no hacer. Todos tenemos en nuestro interior nuestras propias respuestas. Tan sólo hay que formular las preguntas adecuadas.